Tengo varias palabras para describir a la vista desde mi ventana en una fría mañana de diciembre: acogedora, intimidante, adecuada…Gracias a Hollywood, crecí con esa percepción de que los inviernos deben consistir en temperaturas frías, nieve adornando a los árboles muertos, etc., pero lo que nunca te dicen en tus películas navideñas favoritas es lo divertido que es cuando tu carro patina sobre el hielo por la carretera. Aún así, hay muchas cosas que disfruto del invierno aquí, como los poderes acústicos de la nieve y la paz que viene con ese silencio. Cada lugar en el que viva tendrá sus inconveniencias, pero siempre me las arreglo para disfrutar de la vista desde mi ventana.

2 respuestas a “La vista desde mi ventana”

  1. Avatar de Emiliano del Refugio

    Lo que escribes me recordó que muchos crecimos mirando el invierno a través de la televisión: tele-vision, o mejor dicho tell-a-vision.
    No era solo una imagen lejana, era una historia que alguien más nos contó sobre cómo debía sentirse el frío, la nieve, el silencio. Una promesa envuelta en música navideña y finales felices.

    Luego llegas tú —llegamos todos— y el auto patina sobre el hielo. El frío no es poético, es real. Y sin embargo… sucede algo que ninguna pantalla pudo anticipar: la nieve baja el volumen del mundo. El sonido se apaga, la prisa se rinde, y la vista desde la ventana deja de ser paisaje para convertirse en refugio.

    Cada lugar tiene sus incomodidades, sí. Pero hay una forma de mirar que las redime. En esa conciencia, en esa manera honesta de habitar el invierno, coincidimos plenamente. No en la visión que nos contaron, sino en la que aprendimos a ver.

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    1. Avatar de Alma

      ¡Hola, Emiliano! Exacto. El frío es trabajo y dedicación, al igual que paz, y entre ambas extremidades a veces siento que la poesía se escribe sola. Un saludo, y felices fiestas ❄️💗💕🧑‍🎄

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