La cirugía de las muelas del juicio es más invasora de lo que pensaba, pues afecta de lo que comes a cómo duermes—nunca había estado tan feliz de regresar a mi rutina y dieta normal; son este tipo de circunstancias las que te hacen apreciarlo todo mucho más, y que nos recuerdan que las partes más simples de nuestras existencias, como dormir en tu posición preferida y la habilidad de despertarse a las 5 de la mañana para hacer ejercicio, cargan un buen porcentaje de nuestra felicidad, por más insípidas y cotidianas que se perciban en el momento. Pero si retrocedemos a dos semanas antes de dicha cirugía (hace como mes y medio), me encontrarían frustrada con y aburrida de la vida, contemplando todo y sintiendo nada, distraída y ahogándome en estrés; por el trabajo, dinero, problemas del diario, etc. Lo cierto es que a veces me pierdo y se me olvida estar aquí, presente y en medio de todo lo bueno en mi vida. Estaba tan nerviosa el día de mi cirugía, que le hice una promesa a todos los dioses y al universo: «Si despierto bien, prometo sacarle el máximo provecho a mi recuperación y usarla como excusa para realmente descansar y estaré feliz con encontrarme en casa y sana…» (no sé si sepan que suelo ser un poco dramática). Y afortunadamente así fue, pero igualmente tomé todas las precauciones del mundo. Si le pudiera dar un consejo a alguien a punto de sacarse las muelas, sería no Googlear o Redditear «dry socket» o en español, alveolo seco. Lo peor fue que cada otra persona a la que le pregunté cómo le había ido con este procedimiento me dijo que fue la peor experiencia de sus vidas, y una de ellas hasta agregó, «Traer a mis dos hijos al mundo no dolió tanto como [el infame y abominable] dry socket…». Así que no rompí ni una regla proveída por mi cirujano, porque si hay otra cosa que deben saber de mí es que me asusto fácilmente (thanks, anxiety). Lo que me costó más trabajo fue la dieta líquida y suave, la cual la extendí por dos semanas (normalmente solo recomiendan de 4 días a una semana, but again…thanks, anxiety :’) ). Mi dieta dio un giro de 180 grados y lo odié, pero aquí están las comidas que me mantuvieron sana y previnieron que perdiera el juicio completamente (sin mencionar la nieve napolitana, pudín de chocolate y los smoothies):
Sopita de miso

Tofu con salsa de cacahuate no picante

Atún y pasta

Puré de papas

Huevos revueltos con frijoles

Los resets existenciales a la fuerza son difíciles pero necesarios. Se manifiestan en forma de procedimientos medicos, tragedias o malas noticias; se manifiestan en toda la incomodidad y ansiedad de lo desconocido, en el no saber lo que ocurrirá mañana, en lo que paraliza tu vida. Espero que este me dure, y que siga despertando con una sonrisa simplemente por dormir cómoda en mi posición preferida.

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