A penas hace un año recuerdo celebrar a mi país de origen, católico por mayoría, al despenalizar el aborto en todos sus estados. Pero no fue sencillo tampoco, ni pacífico, porque una revolución no lo puede ser independientemente de lo que nos hayan enseñado en nuestras clases de historia–muchas veces el cambio exige gritos eSigue leyendo «Mi cuerpo, mi decisión»