Normalmente en el diseño de interiores (mi industria de trabajo), los productos y materiales más solicitados y exclusivos son aquellos con imperfecciones como materiales naturales como el mármol y la madera. Cada vez que un cliente pide que incorpore dichos productos en un proyecto, ya estoy acostumbrada a dar el sermón de «pero recuerda que lucirá diferente en 10 años y que no es uniforme…», pero casi siempre es precisamente eso lo que les atrae a ciertos materiales: sus imperfecciones, variaciones, diversidad en color y textura, y asimetría. El otro día estaba pensando como dichas características son exactamente lo que intentamos «arreglar» de nuestras apariencias físicas como humanos. A veces quisiera regresar el tiempo con la misma autoconfianza con la que me presento hoy y responder muy distintamente a todas esas críticas que me acompañaron por tantos años, hasta que me di cuenta que aquella no era forma de vivir. Todas esas personas que alguna vez tuvieron algo que decir de mi peso «porque me querían y estaban preocupadas por mí» cuando era chica no son parte de mi vida ahora, y la decisión ni siquiera fue mía. Pero igualmente me enseñaron a diferenciar a las personas que se alimentan de tus inseguridades de las que brillan contigo. Lo que vuelve tu vida perfecta no es tu reflejo en sí sino la confianza, el amor y respeto que sientes al verlo y que utilizas para pintar al mundo de la misma manera.

Una pequeña reflexión antes de cumplir 29 años este domingo.

Gracias a la vida por tanto ❤

¡A celebrar! Feliz viernes 🙂

Deja un comentario