A veces pasa que,
Cuando tienes tiempo de escribir, no tienes vida de qué escribir.
Cuando tienes la oportunidad de vivir, no hay tiempo de documentar lo que vives.
Soy ambas.
Pero siempre habrá tiempo para ser quién eres. Y si quién eres es alguien que quiere terminar de escribir ese libro alguno de estos días,
Simplemente no puedes saltarte tu práctica.
Sí, escribir poesía de lo mundano puede ser difícil.
Sí, inspirarte por el mismo paisaje puede ser cansado,
Pero ayuda.
Los años más infelices de mi vida los viví sin escribir una sola oración. Constantemente me decía a mí misma que era por la falta de tiempo/inspiración/etc.,
Pero lo cierto es que siempre fue por la falta de identidad durante esos años en los que me sentía perdida.
No hay mejor sentimiento que volverte a encontrar, pero cuesta trabajo y tiempo que a veces nos podemos ahorrar al identificar lo que nos arrebata las ganas de vivir auténticamente.


Deja un comentario