¿Cuándo se convirtió «revolucionario» amarte exactamente como eres? ¿Amar lo que nos hace únicos? ¿Aceptar nuestras diferencias? ¿Salirse del guión por lo que creemos? Cada vez que escucho a alguien burlarse de las «únicas y diferentes», pienso, ¿qué tiene de malo ser «única y diferente»? ¿Qué no todas somos únicas y diferentes? Si de verdad crees que eres como «las demás» por como te vistes, lo que comes, tu rutina, etc., déjame decirte que aquello te define muy mínimamente, a menos que tú permitas que te defina completamente. Mi personalidad no cambia con mi color de pelo.

Travis y yo tuvimos una sesión de comprometidos, y decidí solo usar rímel pero nada de maquillaje y mi cabello del día anterior–tan natural como cualquier otro martes en la oficina (ese no será el caso el día de mi boda ;)). No sé qué futuras oportunidades tendremos de hacernos otras sesiones de fotos profesionales, pero quería al menos una con mi cara de todos los días, porque esa es la cara que Travis ve todos los días, y congelar su expresión al llegar a nuestro hogar un martes después del trabajo era mi visión de esta sesión.

Irónicamente, siento que a veces el movimiento de positividad corporal hace que piense demasiado en cómo percibo a mi cuerpo, e igualmente hace que otras personas se sientan con la libertad de llamarte «valiente» o una «inspiración» simplemente por publicar una foto tuya en la que ya te sentías bonita. ¿Qué tiene de heroico eso? Sé que esas personas necesitan salir a tocar pasto y dejar de proyectar sus inseguridades en otros, pero cansa.

Mi hermana me tomó estas fotos durante nuestro viaje a Texas, y la verdad es que me sentí super feliz con el resultado. Me veo aunténticamente feliz, así como me siento. No hay nada mejor que cuando tu esencia es representada en fotografías, porque es indicación de felicidad genuina. ¿¿Qué tiene de heroico ser feliz??

Si crees que eres «como los demás», quizás no has terminado de conocerte aún. Nadie es como los demás. Solo hay personas que lo saben y otras a punto de descubrirlo. Pero eso solo es mi opinión 😉

Algo que de verdad me gusta de mi profesión es la flexibilidad de poder expresarme a través de estilo personal representado en moda, tatuajes, literatura, plantas y otras decoraciones en mi escrito, los chistes e historias que cuento, la forma en la que intento a hacer reír a todos e inspirar a mis clientes. Soy afortunada por poder continuar ser auténticamente yo en la industria que me da de comer. Puede sonar ridículo, pero desde que tengo memoria quise terminar en un campo laboral que me permitiera vestirme tan colorida o dramáticamente como se me antojara ese día, y cuando tenía 8 años supe que quería expresarme a través de arte corporal algún día, así que tenía que ser una profesión en la que los tatuajes no fueran un problema. 8 años, esperando en fila en una Farmacia Benavides en dónde crecí en México. Ví a la chica enfrente de nosotros de unos veintitantos de edad, quien traía una blusa strapless, pijamas y pantuflas, una espalda tatuada, su cartera en una mano y un suero (que definitivamente necesitaba) en la otra. Desde ahí pensé: «Ese es exactamente el estilo de vida que quiero vivir». Suena horrible para una niña de 8 años pensar así, pero todo ha funcionado a mi favor después de todo.

Creo que el arte y el diseño me salvó en muchas maneras. Si existen momentos revolucionarios en mi vida, uno de ellos definitivamente es cuando decidí sumergirme en el mundo artístico, pues entre letras y líneas siempre vuelvo a encontrarme a mí misma (también a veces me encuentro asfixiada por lo que digo amar tanto, pero… c’est la vie).

Escoge a tus vicios cuidadosamente, especialmente los que le traigan fuego a tu vida.

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